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EL CONTEXTO HISTÓRICO Y EL ESTATUS DE LA LENGUA ÁRABE EN LA SICILIA DE IBN MAKKĪ
Al-Andalus Magreb, núm. 24, pp. 1-18, 2017
Universidad de Cádiz

Artículos

Al-Andalus Magreb
Universidad de Cádiz, España
ISSN-e: 2660-7697
Periodicidad: Anual
núm. 24, 2017

Resumen: Este artículo investiga la cuestión del árabe en Sicilia, desde la conquista por parte de los aglabíes hasta la llegada de los Normandos. Ciertamente, la lengua árabe entre el siglo IX y el XII fue una “lengua franca mediterránea”, utilizada en varias actividades y hablada por mucha gente, sobre todo por los hablantes no nativos. De ahí que se haya alejado del código estándar y observemos numerosas desviaciones en la fonología, la morfología y la sintaxis. Ibn Makkī llamó laḥn, error, cada desviación y recogió un listado de todos los principales errores que había oído en su obra Taṯqīf al-lisān wa-talqīḥ al-ǧanān. Él consideró dos perfiles de hablantes y dos niveles de lengua: ˁāmma o dialectal, hablada por el pueblo y ḫāṣṣa o lengua de élite, hablada por los educados. Tal y como él se refirió a la dimensión oral de la lengua, nosotros no tenemos bastantes evidencias documentales para comprobar las observaciones del autor. Solamente podemos intentar establecer una comparación con documentos de un periodo sucesivo, llamados ǧarāˀid. Sin embargo, es muy probable que el árabe se haya introducido en Sicilia a través de muchos canales, algunos independientes de los conquistadores norteafricanos.

Palabras clave: árabe de Sicilia, laḥn, ˁāmma, ḫāṣṣa, árabe hablado, árabe medieval, Ibn Makkī.

Abstract: This article investigates the topic of Siculo-Arabic, from the Arabic conquest up to the arrival of the Normans in Sicily. It is undeniable that in between the IX-XII century Arabic has been a sort of “lingua franca” of the Mediterranean sea, and as such it was used for different purposes and spoken by various speakers, mostly non-natives. Due to common use, Arabic went far from the standard variety because of a great number of changes in phonology, morphology and syntax. Ibn Makkī tagged as laḥn, error, these changes, and he collected in his Taṯqīf al-lisān wa-talqīḥ al-ǧanān a list of errors that he had heard. He considered two profiles of speakers and two levels of the language: ˁāmma, the dialect spoken by the people, andḫāṣṣa, the élite language spoken by the educated. Since Ibn Makkī refers to the spoken language, we cannot prove with documents his observations. We can only try to compare his study with some written documents, called ǧarāˀid,but belonging to a later era. In any case, it is highly probable that Arabic entered Sicily via different paths, some of them not related with the North African conquerors.

Keywords: Siculo-Arabic, laḥn, ˁāmma, ḫāṣṣa, Spoken Arabic, medieval Arabic, Ibn Makkī.

ملخص: "وضع اللغة العربية في صقلية ابن مكي وسياقها التاريخي" نسعى في هذا المقال دراسة مسألة اللغة العربية في صقلية منذ فتحها من قبل الأغلبيين وحتى وصول النورمان. كانت العربية خلال الفترة الممتدة من القرن التاسع إلى القرن الثاني عشر الميلاديين لغة التواصل المشترك في منطقة المتوسط، وكان يتحدث بها ويستخدمها لأغراض شتى أناس كثيرون، ولا سيما منهم الناطقون بلغات أخرى. ولذلك السبب أصبحت العربية تبتعد عن المعايير المتداولة في البلدان العربية مع الكثير من الانحرافات في كل من مجال الأصوات والصرف والتركيب. وأطلق ابن مكي اسم "اللحن"، أي الخطأ، على هذه الانحرافات فأعد قائمة تجمع أهم ما سمعه من هذه الأخطاء في كتابه المسمى "تثقيف اللسان وتلقيح الجنان". صنف ابن مكي المتحدثين إلى قسمين بناء على مستويين من اللغة: لغة العامة أو اللهجة التي يتحدث بها الشعب ولغة الخاصة التي يتحدث بها المثقفون والنخبة. ونظرا إلى أنه أشار إلى البعد الشفوي للغة، فليس لدينا الأدلة والمستندات الكافية للتحقق من صحة ملاحظات المؤلف، ولا نستطيع إلا محاولة المقارنة بين معطيات ابن مكي وما نقرأه في مجموعة من المستندات المكتوبة لاحقا والتي تسمى بالجرائد. غير أنه من الأرجح أن تكون العربية قد دخلت صقلية عن طرق مختلفة قد لا تكون بعضها على علاقة بالفاتحين الوافدين من شمال إفريقيا .

الكلمات المفتاحية: عربية صقلية, اللحن, العامة, الخاصة, العربية المحكية, العربية في القرون الوسطى, ابن مكي.

Introducción

Tengo la intención de continuar con la cuestión del árabe en Sicilia, en referencia al periodo entre el siglo IX y XI marcado por dos acontecimientos fundamentales: el año 827, fecha de ingreso de los aglabíes en Sicilia, y el año 1072, fecha de la conquista de Palermo por parte de los Normandos. En esta era Ibn Makkī (m. 1107/1108), dijo El Mazarese, vivió en Sicilia hasta que se trasladó a Túnez (1060) para ocupar el oficio de qāḍi. Escribió el Taṯqīf al-lisān wa-talqīḥ al-ǧanān, una obra de lexicografía. En la introducción él pone la dicotomía ˁāmma vs. ḫāssa, dialecto vs. idioma de la élite. Las observaciones se centran en el nivel de lengua más baja. El Taṯqīf se divide en cincuenta secciones, de las cuales las primeras trece tratan de fonología y resaltan los errores de taḥrīf, taṣḥīf y tabdīl; las secciones siguientes, hasta la veinticinco, se enfrentan a problemas morfológicos, y las seis siguientes a cuestiones semánticas. Las últimas nueve secciones se ocupan de diversos temas en una especie de miscelánea. La importancia de este trabajo radica en estar dedicado al árabe de Sicilia. Ibn Makkī declara “para tratar los errores que se cometen en nuestro país”, de verdad sin especificar qué país. Sin embargo, la referencia a la isla está presente desde que al-Māzarī vivió sobre todo en Sicilia, y también porque otro autor, Ibn al-Qaṭṭāˁ (m. 1121), lo coloca en su antología de poetas sicilianos. La dificultad radica en que en el Sículo-árabe, al que Ibn Makkī hace referencia, no hay fuentes escritas comparables, como es el caso de las fuentes de la literatura zaǧal de Andalucía. En última instancia, podemos confiar en las observaciones de Ibn Makkī o tratar de encontrar huellas en los escritos “vulgares”, como los registros de actas y contratos, llamados ǧarāˀid, pero son de un período posterior.

Para analizar mejor el problema de la lengua, es esencial explicar los antecedentes históricos y, al menos, mencionar los principales protagonistas del período examinado. Así que vamos a empezar a partir de estas aclaraciones para llegar a ejemplificar la obra de Ibn Makkī.

1-Hechos y protagonistas

El período histórico que aquí se trata comprende entre la entrada de los árabes en Sicilia, 827, y la primera fase de la permanencia de los normandos, que corresponde en parte a la llegada de contingentes Bānū Hilāl en el norte de África. Este último evento, lingüísticamente, marca la mayor propagación del habla árabe nómada en toda la región del Mediterráneo meridional y, presumiblemente, su mayor extensión desde el Magreb a Sicilia por los militares, comerciantes, viajeros y administradores, entre otros. Los árabes, que llegaron a Sicilia en 827, vinieron del norte de África y en su mayoría procedentes de Túnez, patria de la dinastía aglabí de Qayrawān.

Quiero centrar mis comentarios en el “período sículo-árabe” antes del inicio de numerosas conversiones al cristianismo, animadas por los reyes normandos y convencionalmente ajustables desde 1100. Además, a mediados del siglo XI, el mismo Ibn Makkī dejó la isla, alejándose de su campo de observación, y se trasladó a Túnez.

Sicilia con sus tres áreas principales, Val di Noto, Val Demone y Val di Mazara, siempre ha sido un cruce de caminos lingüísticos. Ya Apuleyo definió sus habitantes Siculi trilingues([202]), por supuesto, en referencia a la existencia de al menos tres comunidades lingüísticas, y ciertamente no al dominio de tres idiomas cada residente (!). Muchos pueblos han cruzado la isla, dejando huellas en diferentes lugares y ejemplos importantes. Se recuerdan a los griegos, los bizantinos, los árabes y los andalusíes como los que parecen haber proporcionado ayuda al facilitar la conquista por los árabes del norte de África.([203])

Hay varias hipótesis sobre el status de estos andalusíes. Por ejemplo, se puede tratar de exiliados, impulsados por el gobierno central, que buscaron nuevas oportunidades también dedicándose a actividades ilegales, como la piratería. En la práctica, mercenarios-marineros que habrían ayudado a todo aquel que les pidió su apoyo, incluyendo los aglabíes. Alternativamente, pueden ser musulmanes andalusíes, que defendían la causa de la conquista árabe, uniéndose a la empresa aglabí. Por último, podríamos considerarlos combatientes simples y campesinos pobres, persiguiendo la fortuna mediante el comercio marítimo.

Probablemente estos andalusíes, facilitadores de la conquista árabe, estaban representando en proporción a cada una de las categorías descritas anteriormente. Además, actuaron sin asignación oficial por el califa omeya Abd ar-Raḥmān II, formalmente dependiente de los abasíes de Bagdad, pero sin duda califa “informado de los hechos” sicilianos.

Los eventos árabes de Sicilia, como telón de fondo a la realidad lingüística, se insertan en un contexto de debilidad bizantina general, con la preocupación de su basileus Teófilo. Bizancio perdió rápidamente Creta, conquistado por los andalusíes (¿piratas?) que se aseguraron los negocios de Oriente a través del Mar de Mármara; la ciudad de Amorio, puerta de Oriente, conquistada por las tropas de al-Muˁtaṣim([204]); y Sicilia, ya conquistada en 663 por Constante II, pero ahora caída en manos de la dinastía árabo-berebere de los aglabíes. Detrás de cada uno de estos sucesos se oculta la presencia árabo-musulmana, incluida la de los musulmanes andalusíes que se ha mencionado anteriormente. Teófilo astutamente trató de aprovechar la rivalidad abasí-omeya y ganar las simpatías de al-Andalus, especialmente después de Amorio y tras el fracaso de los embajadores enviados a los venecianos y los francos. Sin embargo, ˁAbd ar-Raḥmān II prefirió concentrar sus esfuerzos contra los visigodos y mantener buenas relaciones con los conquistadores árabes de Sicilia, tratando de compartir el control sobre el Mediterráneo.

Por estos factores, los aglabíes se instalaron con no mucho esfuerzo en Sicilia, principalmente en las ciudades portuarias de Mesina, Palermo y Trápani. Los lugares donde se establecieron sugieren que constituyeron una élite de comercio y administración.

2-Hablantes y registros

El lenguaje de estos conquistadores, fue originalmente un lenguaje de nicho o utilizado con “funciones limitadas a un entorno restringido.”([205]) Gracias a la evidencia histórica se puede inferir que en Sicilia se hablaba un sículo-árabe, caso por caso correspondiente al árabe de los árabes, con diferentes variantes diafásicas o de los árabes cristianos o de los árabes judíos. En última instancia, deducimos que fue un idioma muy utilizado por los hablantes no nativos. En cuanto al perfil de estos últimos podemos suponer, con un buen margen de confianza, que tenían una cierta competencia para los siguientes pares de idiomas: árabe y árabe de Sicilia, árabe y griego, árabe y latín. Sin embargo, en el momento que consideramos aquí, muy pocos eran los bilingües perfectos. La doble competencia lingüística con diferentes niveles de habilidad para cada idioma, se vio favorecida por los matrimonios mixtos.

Al final existían en Sicilia algunos bilingües aculturados, con árabe ḫāṣṣa; bilingües con el dominio incompleto de árabe, con árabe ˁāmma; hablantes monolingües de habla griega, especialmente en la área de influencia bizantina.

Es de especial interés, recordar que el término sículo-árabe fue utilizado por primera vez por el académico siciliano Michele Amari([206]) para indicar un ámbito vasto y no un idioma solamente: el arte, la arquitectura, la historia, la cultura en general. Fue entonces ampliamente adoptado para indicar un registro lingüístico, no bien definido ni por forma ni por función. De hecho, por sículo-árabe en general, se puede entender: El árabe hablado entre los árabes, incluidos los bereberes nativos del Magreb que llegaron a Sicilia; o el árabe hablado por los sicilianos que se convirtieron en musulmanes; o el árabe hablado por todos los que entraron en contacto –bien por trabajo o matrimonio– con los aglabíes. La definición se refiere a la dimensión oral([207]), lo cual complica el análisis, puesto que no hay documentos escritos de referencia, cualquier reconstrucción nunca será bastante creíble ni las pruebas serán suficientes. La obra de Ibn Makkī ofrece un inventario escrito de la lengua hablada, pero sin aclarar quienes son los informantes. El prof. Agius, al igual que muchos estudiosos de Sicilia, incluyendo Cusa, Sgroi, Caracausi, analizó los documentos de la época siguiente, escritos en “árabe vulgar medieval”. Se ha intentado, siempre que sea posible, para proporcionar evidencia con los documentos posteriores de las observaciones de Ibn Makkī. Sin embargo, para estos documentos, como están escritos, fue necesario adoptar una nomenclatura diferente: la de Siculo Middle Arabic.

La imagen en realidad es poco clara y no es fácil de delimitar el objeto de estudio. La principal razón, repito, es que Ibn Makkī proporciona un inventario de los errores de pronunciación que él mismo habría oído. Nosotros podemos confiar en las observaciones o, a lo sumo, verificar si los escribas han puesto en sus escritos los mismos errores que en la oralidad. De hecho, esto es verosímil, puesto que los escribas, funcionarios de la administración, casi nunca fueron hablantes árabes nativos.([208]) Es muy probable que sus escrituras hayan perdido las convenciones así certificando, en cierta medida, las mismas desviaciones de la oralidad. Lingüísticamente es fundamental determinar lo que significa “en cierta medida” tanto para la morfología como para la fonología y la sintaxis. Los inventarios de nuestro autor son prácticamente listas léxicas, a partir de las cuales podemos extraer la fonética o la morfología; a diferencia de la sintaxis, nivel lingüístico en el que no ha dejado observaciones.

3-Árabe Laḥn

Es necesario aclarar que el concepto de “desviación”, ya mencionado anteriormente, debe entenderse como una desviación de la norma de la lengua estándar. Si hoy en día se tiende a valorar el lenguaje hablado, signo de la espontaneidad, expresividad y la eficacia comunicativa, este no fue el caso en la época de Ibn Makkī. Él, de hecho, llama laḥn a estos errores, es decir, cada característica no estándar por lo que respecta al error de los extranjeros, los no nativos y no musulmanes.

Debemos añadir que el concepto de laḥn es interesante para la dialectología. En este sentido, podemos decir que la primera dialectología nació de la compilación de listas de errores, a manos de los gramáticos y filólogos.([209]) Estos no siempre fueron capaces de asociar los errores en el análisis lingüístico de los rasgos específicos, y se limitaron a señalarlos como tales. Laḥn inicialmente ha significado la manera de hablar con alguien –el sonido y el tono de vocal– opuesto de luġa, estándar sin marca. Sólo mucho más tarde asumió el sentido del error, pero con referencia al ámbito escrito.

Ibn Makkī también fue un filólogo: había frecuentado la escuela de Baṣra, que basó sus argumentos en el qiyās. La analogía se entiende entre la lengua en uso y el árabe del Corán, el ḥadīṯ o el hablado en el Ḥiǧāz, patria de la tribu Qurayš. Este árabe fue considerado la base segura e indiscutible para la corrección de la lengua, mientras que las desviaciones eran las fuentes seguras de error. A partir de esto, se establece la dicotomía, ˁāmma an-nās vs. ḫāṣṣa an- nās, dialecto de la gente vs. idioma de élite, único criterio claro de análisis en nuestro autor.([210]) Él ve la lengua árabe corrupta por varios cofactores: El origen de los hablantes árabes de Sicilia procedentes del norte de África; el uso de la lengua árabe por los no nativos, con el griego o una lengua romance como lengua materna; la actitud reprobable de los nativos árabes, que en sí mismo habrían hablado correctamente, pero que paralizaron voluntariamente su propio idioma con el fin de hacerlo más inteligible para los no nativos. Excepto la última categoría de hablantes mencionada anteriormente, el árabe sículo-laḥn es el idioma de los no musulmanes. Entre los errores observados, Ibn Makkī afirma que observó y recogió datos del registro ˁāmma. Notamos que a veces la línea entre ˁāmma y ḫāṣṣa no es muy definida y a veces el mismo lema se encuentra en ambos. En parte, esto puede explicarse considerando la categoría del término objeto de estudio: “concepto” o “palabra” o, genéricamente, “cosa”. Sucede que en el paso de un nivel al otro aparezca la misma palabra, pero funcionalmente perteneciendo a diferentes categorías. Ibn Makkī no proporcionó ninguna comparación de las categorías o función / uso de las entradas incluidas en el inventario de los dos registros.

4-El árabe en Sicilia

En resumen, ¿qué fue el primer árabe hablado en Sicilia?

Inicialmente el árabe de los árabes, la lengua de los primeros conquistadores de diferentes orígenes, árabe y bereber, que utilizaron ‘internamente’ esta lengua en Sicilia y antes de mezclarse con los lugareños. Podríamos llamarla una etapa de ‘árabe interdialectal’. Más tarde se desarrolló el árabe utilizado por los no árabes, pudiéndose clasificar de la siguiente manera:

  • a) Siculo Laḥn Arabic, o árabe hablado por los no nativos y los no musulmanes para interactuar con los conquistadores de habla árabe, en el siglo XI;

  • b) Siculo Arabic, que poco a poco fue adoptado por los sicilianos para hablar entre ellos mismos y asumió características cercanas a un pidgin;

  • c) el Siculo Middle Arabic , árabe escrito en los documentos notariales, informes e inventarios desde el siglo XII y al menos hasta el decimocuarto;([211])

  • d) un posible árabe criollo, en uso entre la segunda generación ya arabizada.

Considerando las épocas, el árabe laḥn y el sículo-árabe probablemente han sido contemporáneos. Sin embargo, el ‘árabe vulgar escrito’ se desarrolló casi un siglo más tarde.

En referencia a los lugares donde se propagaron estos registros, lo cierto es que el laḥn estaba presente sobre todo en las ciudades, los puertos y los centros comerciales. No se puede asociar con lugares específicos las otras dos variantes. En particular, para el escrito, existe el problema del lugar de origen de los funcionarios de contabilidad y administración: Ciertamente no todos habían nacido en Sicilia.

Como ya he mencionado, la definición de error se concretó en comparación con el clásico del Corán, por lo tanto, un primer nivel de análisis para estos errores está en la pareja clásico-laḥn; un segundo nivel en la pareja laḥn-siciliano, hasta la actual búsqueda de arabismos en la lengua italiana de Sicilia.

Es cierto que muchas palabras usadas en la isla y recibidas hasta tiempos más recientes son de origen árabe. Esta afirmación, sin embargo, no da garantías en la ruta de llegada. No es inconcebible que algunas palabras árabes hayan llegado indirectamente a través de los andalusíes u otros europeos que, a su vez, hayan tenido relaciones comerciales con el norte de África y Oriente Próximo. Consideramos especialmente el papel de las Repúblicas Marítimas y sus comerciantes, los contactos durante las Cruzadas o, en los tiempos modernos, la guerra en Libia.

5- Ejemplos del análisis de Ibn Makkī

La obra de Ibn Makkī nos permite rastrear arabismos mucho antes de la estabilización de una variedad de ‘vulgar medieval’, a veces llamada mozárabe de Sicilia. Nuestro autor, de hecho, anticipa y prueba la existencia de arabismos desde el siglo XI.

Debe tenerse en cuenta que, en el período que se examina aquí, el árabe fue la lengua franca de comercio y, como todas las lenguas francas, ha dejado evidencias de sí misma en otros idiomas, incluyendo el habla de Sicilia.

El estudioso de Mazara se ha concentrado más en morfología, hipercorrecciones y cambio de género (metaplasmo), sin dejar comentarios notables sobre la sintaxis. Una excepción está en algunas expresiones donde analiza, por ejemplo, el orden de las palabras y sobre todo el de los adverbios. Sin embargo, él hizo hincapié en la declinación de los adverbios más que en la posición de los mismos.

5.1. Morfología: metaplasmo de género

El punto de partida es que en árabe el género femenino puede ser ḥaqīqī, real y marcado por la presencia de la tāˀ marbūṭa, o ġayr ḥaqīqī, sin marca de género explícita, como en šams, “sol”. Entre estos ġayr ḥaqīqī destacan:

femenino por significado, maˁnawiyy, como ˁarūs, la novia;

femenino por la pronunciación, lafṭiyy, que se caracteriza por la álif maqsūra como “ḏikrā, recuerdo”.

En general, los dialectos tienden a disolver la ambigüedad y asignar más claramente el género utilizando la tāˀ marbūṭa como rasgo distintivo.([212])

A continuación, con algunos términos se demuestra que los nativos de lenguas romances, en su esfuerzo por aprender e imitar el árabe, aplicaron ciertas categorías gramaticales de su lengua materna. El bereber hablado por las tropas de los conquistadores ha revelado que cuando se da el mismo género que en las lenguas romances se ha consolidado aún más el cambio de género.

El metaplasmo se realiza con frecuencia de árabe clásico (CLA) masculino a de Siculo Laḥn Arabic (SLA) femenino y el mismo género es asignado por las lenguas romances (RM), a veces también por el bereber (BER).([213])




En otros casos, el cambio se produce del clásico (CLA) femenino al Siculo Lahn Arabic (SLA) masculino y el mismo género es asignado por las lenguas romances (RM), a veces también por el bereber (BER). Esta dirección del cambio, de femenino a masculino, es más rara y se encuentra en las partes del cuerpo. Véase más abajo.




En las observaciones de Ibn Makkī sobre la pronunciación es interesante ver una lista de términos, con la respectiva variante ˁāmma y ḫāṣṣa. Se demuestra que las personas formadas fuera de los ámbitos estrictamente formales poseían una pronunciación mucho más errónea de la ˁāmma. Es probable que en los hablantes instruidos intervinieron hipercorrecciones: La conciencia de poseer un habla errónea, trató de restaurar y recuperar las supuestas formas correctas, incluso cuando no era necesario. En este sentido, los términos de ‘cultura material’ o de las actividades de trabajos particulares son los más adecuados para ser observados. Muestran cómo la pronunciación informal fue generalizada, ya que incluso los notables no podrían resistirse a ella. Para los educados, que deberían ser más bien un ejemplo, está dirigida principalmente la crítica de Ibn Makkī.




5.2 Fonología: comentarios sobre el sistema de consonantes y vocales([214])

Generalmente se observa que el Siculo Laḥn Arabic comparte ciertas correspondencias fonológicas con el árabe andalusí y magrebí. En la práctica, con el árabe occidental y del norte de África, respectivamente influenciado por el sustrato romance y bereber.

Sin embargo, considero aquí sólo los casos citados por Ibn Makkī (IM), en una comparación entre clásico (CLA) y Siculo Laḥn Arabic (SLA), no voy a examinar otros ejemplos de árabe ni de árabe andalusí, ni otro rastreable en la Sicilia medieval.

Resumo a continuación los principales rasgos del sistema consonántico:

  • a) silenciamiento de hamza, con alargamiento de la vocal adyacente, como en casi todos los dialectos.([215]) Ejemplos:

    CLA mirˀā > SLA mirā (IM 185), “espejo”;

    CLA mināˀ > SLA minā (IM 90), “puerto”;

  • b) conservación de la fricativa interdental /ṯ/ y /ḏ/, como en árabe y bereber del Norte de África. Ejemplo:

    CLA balīd > SLA balīḏ (IM 82), “estúpido”.

  • c) transición de interdental a dental /t/ o /d/, especialmente en la posición inicial. Ejemplo:

    CLA ṯāˀr > SLA tār (IM 53), “venganza”.

  • d) inestabilidad de las faringales y velares /ḥ/ y /ḫ/ por influjo romance. Ejemplo:

    CLA ḥaršaf > SLA ḫaršaf (IM 60), “alcachofa”;

  • e) sonorizacion de la sibilante sorda /s/ hacia /z/.

    CLA mihrās > SLA mihrāz (IM 97), “mortero”;: Ejemplo

  • f) intercambio entre sibilantes fricativas y enfáticas. Ejemplos:

    CLA sifr > SLA ṣifr (102 IM), “libro”;

    CLA ḫass >SLA ḫaṣṣ (103 IM), “lechuga”;

    CLA sūr >SLA ṣūr (103 IM), “fortaleza”;

  • g) de-énfasis de la ṣad y ḍad hacia sin y ḏal. Ejemplos:

    CLA furṣa > SLA fursa (IM 98), “oportunidad”;

    CLA ṣaqalliyya > SLA siqilliyya (IM 99), “Sicilia”;

  • h) debilitación de la oclusiva uvular /q/ en velar /k/. Ejemplos:

    CLA huqqa > SLA hukka (IM 109), “receptáculo de madera”;

    CLA baqīra > SLA bakīra (109 IM), “camisa sin mangas.”

  • i) intercambio entre las líquidas, /l/, /n/, /r/ por asimilación o disimilación especialmente en presencia del artículo. Ejemplos:

    CLA ˀadāla > SLA ˀadān (110 IM), “prevalecer (sobre el enemigo, con el favor de Dios)”;

    CLA mufalṭaḥ > SLA mufarṭaḥ (IM 97), “torta de pan”;

  • j) cambio entre la bilabial nasal /m/ y alveolar /n/, con incertidumbre en la elección. Ejemplos:

    CLA mamqūr > SLA manqūr (111 IM), “pescado salado”;

    CLA zunāmiyy > SLA zulāmī (110 IM), “flauta”;

    CLA ḫammant > SLA ḫammamt (IM 111), “pensé”.

En cuanto a los cambios de vocales, que Ibn Makkī señaló sobre la base de los tres timbres clásicos sin mencionar la imela, reiteramos que están condicionados por el contexto consonántico. En general, en presencia de enfáticas, uvulares y faringales, las vocales son más propensas a un descenso y retracción articulatorios

Ténganse en cuenta los siguientes casos:

  • a) CLA / a /> SLA / i /, ejemplos:

    qālab > qālib (IM 155), “molde de metal”. Probablemente derivado a su vez del griego καλάπους;

    ṭāǧan > ṭāǧin (155 IM), “sartén”. Probablemente derivado a su vez del griego τήγανον;

    manǧanīq > minǧanīq (142 IM), “catapulta”. Probablemente derivado a su vez del griego μαγγάνον;

  • b) CA / a / > SLA / u /

    • i. en presencia de la enfática / ṣ / y / ḍ / como:

      raṣāṣ > ruṣāṣ (147 IM), “plomo”;

      naḍūḥ > nuḍūḥ (IM 152-3), un tipo de perfume;

    • ii. en presencia del palatal / j / y / s / como:

      zummaǧ> zummuǧ (IM 152), un tipo de águila;

      rašāš > rušāš (IM 152), “agua rociada”;

    • iii. con la uvular / q /, como en:

      fustaq > fustuq (142 IM), “pistacho”;

      qarr > qurr (143 IM), “frío”;

  • c) CLA / a / > SLA / Ø /, resultado de la contracción de la sílaba como en:

    sabaḫa > sabḫa (IM 138), “(porción de) tierra que produce sal”;

    zuhara > zuhra (IM 138-139), “(el planeta) Venus”;

    ṭaraf > ṭarf (140 IM), “extremidad”;

  • d) CLA / Ø /> SLA / a /, para armonizar con la vocal presente, como en:

    sagb > sagab, (132 IM), “clamor”;

    raṭl > raṭal (IM 133), una unidad de medida. Probablemente derivado a su vez del griego ῥότουλον;

    ġamr > ġamar (135 IM), “abundante (de agua)”;

  • e) CLA / i / > SLA / a / especialmente con bilabiales y uvulares según cinco paradigmas:

    a. {fiˁlūn > faˁlūn}, birḏūn > barḏūn (IM 144-145), “tipo de caballo”

    b. {fiˁlīn > faˁlīn}, qindīl > qandīl (IM 143), “linterna”;

    c. {fiˁla > faˁla}, fidra >fadra (IM 155), “un trozo de carne cruda”;

    d. {fiˁl > faˁl}, ġimd > ġamd (IM 154) “forro, funda”;

    e. {fiˁāla > faˁāla}, ḫizāna > ḫazāna (IM 154), “almacén”. Probablemente derivado a su vez del griego χαζάνας;

  • f) CLA / u /> SLA / a /, es común con el patrón faˁlūl como en ˁuṣfūr > ˁaṣfūr (144 IM), “pájaro”;

  • g) Verbos muḍāriˁ donde, por la influencia de las guturales, líquidas y bilabiales, la vocal entre C2 y C3:

    • i. CLA / i /> SLA / u / como en:

      yanḥit> yanḥut (172 IM), “cortar”;

      yasbiq> yasbuq (175 IM), “preceder”;

    • ii. CLA / a /> SLA / u / como en:

      yadbaġ> yadbuġ (171 IM), “teñir”;

      yaḍġaṭ> yaḍġuṭ (171 IM), “presionar”;

  • h) Verbos muḍāriˁ donde, por la armonía con la vocal existente, la vocal entre C2 y C3 sigue la regla de CLA / u /> SLA / a /, como en:

    yaṭluˁ > yaṭlaˁ (173 IM), “se levanta”

    yahrub> yahrab (170 IM), “escapa”.

En particular, para los puntos g) y h), debe señalarse que las vocales del muḍāriˁ dependen estrechamente de las vocales del māḍī, de acuerdo con los modelos específicos, tales como:

  1. /a-i/ > /a-a/;

  2. /a-u/ > /a-u/;

  3. /a-a/ > /a-i/;

  4. /a-a/ > /a-u/;

Para una mejor orientación entre los diversos modelos, se puede considerar que si C2 o C3 es una gutural, la vocal en el medio será / a /. En presencia de una uvular será / i / o / u /. Sin embargo, hay tantas excepciones que las normas aquí mencionadas son de muy poca ayuda

La obra de Ibn Makkī es básicamente incompleta porque no ofrece explicaciones o interpretación exhaustiva de los errores. Añádase a esto que, en la búsqueda de pruebas de lo que presenció, sólo podemos confiar en documentos escritos en “vulgar” pero en un período posterior, del siglo XII. Esta distancia temporal entre el Taṯqīf y los primeros documentos que prueben la veracidad de sus observaciones, debilita el análisis de nuestro autor y suscita controversia, en particular:

¿Cómo podemos estar seguros de que el árabe de Sicilia, incluyendo los arabismos en el italiano de Sicilia, no haya sido introducido por los europeos independientemente de los eventos aglabíes y que dichos arabismos se hayan utilizado en las lenguas romances para los términos técnicos de las actividades marineras, la agricultura, o las herramientas de trabajo?

La conquista árabe en este caso sólo habría fortalecido el léxico de una lengua franca mediterránea, la lengua árabe, cuyo uso ha sido reforzado varias veces por los viajeros, militares o comerciantes, entre otros. Sin embargo, resulta significativa la contribución de la conquista aglabí en Sicilia, que desde el siglo IX incidió en la isla más que en cualquier otro lugar, pues el árabe fue introducido muy pronto y ampliamente utilizado en las relaciones diarias entre conquistados y conquistadores.

Agradecimientos

Deseo agradecer a Vanesa Álvarez Torres, que ha revisado la lengua española de mi artículo. Vanesa es doctoranda en la Universidad de Cádiz y trabaja también como personal técnico de apoyo en ILA-Instituto Universitario de Investigación en Linguística Aplicada. Me dio sugerencias, correcciones y explicaciones por mis errores. Sin embargo, los errores que queden míos son.

Notas

* letizia.lombezzi@uniroma1.it
([202]) Con referencia al griego, latín y (neo)fenicio, cfr. Metamorphosĕon, 11.5.2. Apuleyo (Madaura, Numidia 125 – Cartago 170) fue un intelectual latino de origen africano, influenciado por el neoplatonismo y la nueva sofística. Entre sus numerosas obras destacan: la Apología o Pro sede magia, que escribió para defenderse de la acusación de haber utilizado la magia para seducir y casarse con Prudentilla, rica heredera; la Metamorphosĕon o Asinus aureus, una novela en prosa de 11 libros, que mezcla los códigos de la fábula milesia y el misticismo religioso, inspirado en Isis. El protagonista es Lucio, que vive numerosas aventuras y a causa de una ayudante bruja, se transforma en un burro. Obligado a alimentarse de rosas para reanudar la forma humana, será capaz de comer estas flores de una corona, durante una procesión de Isis.
([203]) Cfr. Lévi-Provençal, Évariste, 1982, “España Musulmana, hasta la caída del califato de Córdoba (711-1031 J.C.)”, en Historia de España, publicado por Ramón Menéndez Pidal, vol. IV, Madrid, Espasa-Calpe.
([204]) Esta victoria ha sido celebrada por el poeta Abū Tammām:

“يا يومَ وقعة عمورية انصرفت/ منك الـمُنىَ خُفّلا معسولةَ الحلب ”

([205]) Aceptar esta teoría significa respaldar la hipótesis de que el sículo-árabe tenía un uso similar a un pidgin, tál como lo define Holmes.
([206]) Cfr. M. Amari, 1988, Biblioteca arabo-sicula, I-II, Accademia Nazionale di Scienze, Lettere e Arti, Palermo.
([207]) Ibn Makkī mismo prologa sus notas con “ يقولون , dicen”.
([208]) En Sicilia y en otros lugares, como Bagdad, los funcionarios fueron a menudo étnicamente y lingüísticamente diferentes de gobernantes y conquistadores.
([209]) A pesar de que sólo Ibn Makkī ha centrado su estudio sobre Sicilia, muchos otros trabajos se han dedicado al árabe laḥn, incluyendo: ˀIṣlāḥ al-manṭiq de Ibn as-Sikkīt (m. 858); ˀAdab al-kātib de Ibn Qutayba (m. 889); Kitāb al-faṣīḥ de Ṯaˁlab (m. 904); Durrat al-ġawwāṣ de Ḥarīrī (m. 1122); Kitāb mā yalḥanu fī-hi ˁawāmm al-ˀAndalus de az-Zubaydī (m. 989); Taqwīm de Ibn Hišām al-Laḫmī.
([210]) El término ˁāmma, en la expresión ˁāmmat al-ˁarab ya fue utilizado por Sībawayhi.
([211]) Para a), b), c) cfr. D. Agius, 1996, Siculo Arabic, Keagan Paul International, London and New York; para d) cfr. R. Sottile, 2013, “Il ‘Siculo-Arabic’ e gli arabismi medievali e moderni di Sicilia” in Bollettino Centro di Studi Filologici e Linguistici Siciliani, 24 / 2013, pp. 131-177.
([212]) El ejemplo más típico es la forma de adjetivos faˁlān, que a día de hoy en todos los dialectos, como antes en Siculo Laḥn Arabic, forman el femenino añadiendo al final la tāˀ marbūṭa en lugar de utilizar el esquema estándar faˁlā
([213]) Cfr.: Agius 1996, op. cit., infra; A. Metcalfe, 2011, s.v. “Sicily” in K. Versteegh (ed.), Encyclopaedia of Arabic Language and Linguistics, vol. 4, pp. 215-219, Leiden, Brill.
([214]) Cfr. Agius, 1996: 159-242.
([215]) Cabe señalar que en la posición inicial o intervocálica, la hamza se transforma en semi-vocal sonora bilabial /w/. Ej.: raˀˀās > rawwās, “ vendedor de ganado” y ˀaǧart > waǧart, “alquilé”.

Información adicional

BIBLID: [1133-8571] 24 (2017) 93-109.



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