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LOS «AÑOS DE PLOMO» EN LA LITERATURA CARCELARIA MARROQUÍ
THE “YEARS OF LEAD” IN PRISON LITERATURE IN MOROCCO
"سنوات الرصاص" في الأدب السجني المغربي
Al-Andalus Magreb, núm. 29, pp. 1-20, 2022
Universidad de Cádiz

Artículos

Al-Andalus Magreb
Universidad de Cádiz, España
ISSN-e: 2660-7697
Periodicidad: Anual
núm. 29, 2022

Resumen: La literatura marroquí se caracteriza por su pluralidad y diversidad, ya sea a nivel de sus lenguas, temas o géneros. Sin embargo, un género de esta literatura aún no ha recibido la atención merecida por parte de la traducción y la crítica literaria. Se trata de la literatura carcelaria o «literatura de los años de plomo», que intentó romper el silencio impuesto durante los «años de plomo» (1956-1999), generando un contrarrelato frente al discurso oficial del régimen marroquí. Este artículo intenta analizar, a través del estudio de la historia reciente de Marruecos desde su independencia en 1956 hasta el fallecimiento del rey Hasan II (1999), el género «literatura de cárceles» desde sus inicios hasta la actualidad y el lugar que ocupa en el contexto literario marroquí.

Palabras clave: Literatura de cárceles, Literatura del compromiso, Literatura marroquí, Marruecos, Años de plomo.

Abstract: «The “years of lead” in prison literature in Morocco». Moroccan literature is characterized by its plurality and diversity, whether at the level of its languages, themes or genres. However, one genre of this literature has not yet received the attention it deserves from translation and literary criticism. It is about prison literature or “literature of the years of lead” (1956-1999), which tried to break the silence imposed during the years of lead, generating a counter-narrative against the official discourse of the Moroccan regime. This article attempts to analyze, through the study of the recent history of Morocco from its independence in 1956 until the death of King Hassan II (1999), the genre “prison literature” from its beginnings to the present and the place it occupies in the Moroccan literary context.

Keywords: Prison literature, Engagement literature, Moroccan literature, Morocco, Years of lead.

ملخص: يتميز الأدب المغربي بالتعددية والتنوع، إن على مستوى لغاته أو مواضيعه أوأجناسه. غير أن أحد أنواع هذا الأدب لم ينل بعد العناية التي يستحقها من قبل النقد والترجمة الأدبيين . يتعلق الأمر بـ »ــأدب السجون» أو «أدب سنوات الرصاص»، الذي حاول كَسْر الصمت الذي فُرض خلال «سنوات الجمر والرصاص» التي عرفها المغرب بين سنتي 1956 و1999م، وَفَضْح انتهاكات وتجاوزات حقوق الإنسان التي عاشها المغرب خلال النصف الثاني من القرن الماضي، مما أوجد أدبا سجنيا ملتزما مضادّا ومكذِّبا للخطاب الرسمي للنظام المغربي الذي ظل، الى حدود أواخر القرن الماضي، ينفي وجود معتقلين سياسيين ومعتقلات سرية بالمغرب كما ظل يروج لاحترام الدولة المغربية لحقوق الانسان وحرية التعبير. يحاول هذا البحث، من خلال دراسة التاريخ الحديث للمغرب ووضع حقوق الانسان به منذ استقلاله عام 1956 وحتى وفاة الملك الحسن الثاني سنة 1999، القيام بمقاربة لـ«ـأدب السجون» منذ بداياته وحتى وقتنا الحاضر وكذا للمكانة التي يحتلها في السياق الأدبي المغربي.

الكلمات المفتاحية: أدب السجون, أدب الإلتزام, الأدب المغربي, المغرب, سنوات الجمر والرصاص.

Años de plomo: Marruecos en blanco y negro (1956-1999)

La independencia de Marruecos en 1956 provocó la aparición de dos actores nacionales, cada uno con un proyecto propio de estado nacional. Por una parte, un Movimiento Monárquico defensor de un nacionalismo monárquico, donde la monarquía ocupa un lugar central en base a lo que presentan como una legitimidad religiosa e histórica del rey; y, por otra parte, un Movimiento Popular defensor de un nacionalismo popular que otorga todo el poder al pueblo. Estas dos posiciones enfrentadas estallaron incluso antes de 1956, en plenas negociaciones por la independencia de Marruecos, en Aix-les-Bains, entre los días 20 y 30 de agosto de 1955, en un contexto global condicionado por las dimensiones ideológicas de la Guerra Fría (Conseil National des Droits de l’Homme 2015: 19).

Desde su entronización en 1961, Hasan II margina el movimiento popular y las fuerzas políticas que lucharon por la independencia de Marruecos, sacraliza la monarquía y la figura del rey, y legitima la violencia del Estado. A partir de entonces, la eliminación de sus opositores, el secuestro, la tortura y las ejecuciones extrajudiciales se convierten en prácticas de estado bendecidas por su máxima autoridad (AI 1993). Este era el contexto en que Marruecos vivió los decenios más dolorosos de su historia, donde se construyeron muchas cárceles oficiales y secretas, y muchos lugares clandestinos de tortura. También desaparecieron muchos intelectuales progresistas, defensores de derechos humanos y militantes de organizaciones de izquierdas opositores al régimen (IER 2004).

Las organizaciones marroquíes de defensa de derechos humanos, como la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (en adelante AMDH), el sindicato estudiantil Unión Nacional de Estudiantes Marroquíes (en adelante UNEM), Amnistía Internacional (en adelante AI) y la Instancia de Equidad y Reconciliación (en adelante IER) denominan esta etapa como «años de plomo». Es decir, el periodo comprendido entre 1956 y 1999, marcado por la práctica desaparición de las garantías del estado de derecho y su sustitución por el terror de estado, por la represión, los secuestros, las desapariciones y detenciones ilegales de toda persona opositora al régimen o considerada potencialmente peligrosa o perjudicial para los intereses de la monarquía.

Son características de los años de plomo el alto grado de represión política y la actuación de los poderes del Estado al margen de la legalidad vigente, con desapariciones de personas, eliminación física de opositores al régimen, ejecuciones extrajudiciales, persecuciones, detenciones en cárceles clandestinas, torturas, represiones extremadamente violentas a cualquier tipo de manifestación o protesta.

1.1. Sobre los inicios de los años de plomo:

Sobre el año exacto de inicio de la etapa de los años de plomo no existe consenso. Algunos organismos y organizaciones de defensa de derechos humanos inscriben el inicio en el mismo año de independencia de Marruecos, en 1956, cuando se registraron varias detenciones ilegales, torturas y el asesinato de varios líderes del Movimiento Nacional Marroquí (al-Ḥaraka al-Waṭaniyya), opositores a la concepción de estado del Movimiento Monárquico. Otros lo sitúan en el año 1958, con la represión de la revuelta del Rif (1958-1959). El levantamiento fue sofocado con el bombardeo aéreo de la región, llevado a cabo por un embrionario ejército marroquí, dirigido por oficiales franceses y supervisado por el entonces príncipe heredero Muley al-Hasan ben Muhammad, acompañado de Mohamed Ufqir, amigo y persona de máxima confianza del príncipe al-Hasan. La represión dejó un saldo de miles de marroquíes rifeños muertos. Otras fuentes la inscriben dentro del reinado de Hasan II (1961-1999), mientras que otras fuentes consideran que los años de plomo arrancan después del primer golpe de estado, conocido oficialmente en 1971([1]), año que da paso a una intensificación de la represión política en Marruecos. En cuanto a su término, suele situarse entre 1991 y 1993, año en el que son liberados numerosos presos políticos y se revela la existencia de centros clandestinos de detención y tortura. La IER en su informe final([2]) (seis volúmenes) sitúa los inicios de los años de plomo en el año 1956, año de independencia de Marruecos, y como último de estos años de plomo en 1999, año de fallecimiento de Hasan II.

Ahmed Boukhari, ex agente de los servicios secretos marroquíes, tiene documentados varios casos de detención, tortura, intentos de asesinato, secuestros y desapariciones, ocurridos entre 1964 y 1997 (Boukhari 2003: 212-221). También recoge otros casos de asesinatos de ex miembros del Movimiento Nacional Marroquí que fueron llevados a cabo por dos agentes del Cab. I, el primer gabinete de servicios secretos marroquíes encargado del espionaje político. Se trata de Ben Nasser Guerwani y Abdel Kader El Wali, entre 1956 y 1960 (Boukhari 2003: 107).

La IER, organismo oficial marroquí encargado de la investigación de violaciones de los derechos humanos ocurridas durante los años de plomo, investigó y documentó 20.046 casos de represión, detención, tortura, desaparición y asesinatos ocurridos entre los años 1956 y 1999 (IER 2004: 52). Es decir que los años de plomo, según la IER, se iniciaron con Hasan II, como heredero del trono, y permanecieron hasta sus últimos días como rey.

Los casos de violaciones de derechos humanos documentados por la IER([3]), correspondientes a los años de plomo, los podemos clasificar como sigue:

Tabla 1.
Clasificación de casos documentados por la IER según tipo de violaciones cometidas entre 1956 y 1999:

Fuente: Elaboración propia con datos de: IER (2004): Instance Equité et Réconciliation (2004): Rapport Final. Volume 3 : La réparation des préjudices, Rabat : Commission pour la vérité, l’équité et la réconciliation, p. 53.

1.2. 1956-1999: cuando el terror de estado sustituye al estado de derecho:

Varias iniciativas y organizaciones de defensa de derechos humanos, como la IER, AMDH y AI, aparte de exagentes de los servicios secretos marroquíes (Boukhari 2003) y militares implicados en los golpes de estado perpetrados entre 1971 y 1972([4]) han documentado todas estas prácticas que resumimos en las siguientes:

1.2.1. Centros secretos de retención y de tortura:

A los malos tratos habituales durante las detenciones, como veremos a continuación, hay que añadir la existencia de centros secretos de detención y tortura. Algunos de los más célebres eran Dar al-Mouqri y Complexe en Rabat, Derb Moulay Chrif en Casablanca, Courbis en Casablanca, Tagounite en Ouarzazate y Dar Bricha en Tetuán. La tortura era una práctica habitual en las detenciones políticas. Hubo prisioneros que no sobrevivieron a ellas, y otros muchos a quienes los malos tratos les produjeron lesiones irreversibles.

1.2.2. Cárceles clandestinas:

Las sesiones de escucha y audiciones de la IER, entre 2004 y 2006([5]), han revelado la existencia de muchas cárceles clandestinas que fueron construidas o puestas en marcha durante el periodo de años de plomo. Todas ellas en las provincias del sur, una región conocida por su clima muy duro. Se trata de Agdez en Ouarzazate, Tazmamart en Errachidia, Kalaat M´Gouna (entre Errachidia y Ouarzazate), y Skoura en Ouarzazate.

1.2.3. Secuestros y desapariciones:

Está documentada la desaparición de varios centenares de presuntos disidentes políticos. Ahmed Boukhari, exagente de los Servicios Secretos del Cab. I, estima «que sólo entre 1960 y 1973 hubo trescientos secuestros, sin contar los miles de desaparecidos en los distintos acontecimientos que acompañaron esta época» (Boukhari 2003: 202), mientras que algunas organizaciones de defensa de derechos humanos elevan esta cifra hasta superar el millar. En muchos casos, los desaparecidos eran en realidad encerrados en centros de detención clandestinos, habitualmente durante años y con frecuencia hasta su muerte. Los casos más conocidos y denunciados son los siguientes([6]):

i. Abdel Haq Rouissi, un funcionario de banca, militante activo en el sindicato Unión Marroquí del Trabajo (en adelante UMT) y uno de los organizadores de las huelgas del sector de la banca de 1961. El 4 de octubre de 1964 desapareció en circunstancias confusas. Varios expresos de la cárcel de Derb Moulay Chrif de Casablanca informaron de haber coincidido con él. Años más tarde, los supervivientes de la cárcel clandestina de Agdez confirmaron que Rouissi estuvo detenido con ellos en el cuartel de la Gendarmería Real y posteriormente en Agdez. En 1992, después de la liberación de los presos de la cárcel secreta de Tazmamart, varios de los liberados informaron de que Rouissi se encontraba en el cuartel de Ahermemou y luego en el hospital Ben Smime de Azrou. A día de hoy, el caso de Rouissi se encuentra entre los casos no resueltos por la IER, según los últimos informes del Ministerio Marroquí de Derechos Humanos([7]) y de la Federación Euromediterránea contra las Desapariciones Forzosas.

ii. Bab Allah Belaïd, se incorporó al Ejército Marroquí de Liberación en la época de la colonización franco-española (1912-1956). Fue encarcelado en 1953 y condenado a pena de muerte por las autoridades francesas, y liberado después de la independencia de Marruecos en 1956. Siguió su lucha en el Marruecos independiente, reivindicando democracia y justicia en el país. En 1964 fue secuestrado junto a varios miembros del Grupo Cheikh al-Arab, y hasta hoy no se sabe nada de su paradero.

iii. Kassim Al-Haous, un militante activo de la Unión Nacional de Fuerzas Populares (en adelante UNFP), fue detenido en 1970, junto a decenas de sus compañeros. Según Ahmed Boukhari, «murió bajo los efectos de la tortura en el cuartelillo de la Policía Judicial de Seguridad de la cárcel Derb Moulay Chrif» (Boukhari 2003: 215).

iv. Al-Houcine al-Manouzy, era uno de los opositores más conocidos de los servicios secretos del Cab. I, cofundador del Área de Juventud de la UNFP y fundador de la Asociación de Trabajadores Marroquíes en el Benelux. El 26 de octubre de 1972, siete años después del asesinato de Mehdi Ben Barka, desaparece en un viaje entre Libia y Túnez. Según sus familiares ha sido asesinado. En octubre de 1999, es decir 25 años después, el Consejo Consultivo de Derechos Humanos (en adelante CCDH) informó que las autoridades marroquíes reconocen que habían sido los autores de la detención de al-Manouzy.

v. Belkassem Wazzan, secuestrado en agosto de 1973 junto a su hermano Hammou Wazzan en el cuartel de Temara, a veinte kilómetros de Rabat, durante seis años. En 1979 liberan a su hermano, mientras de él no se sabe nada.

vi. Mohamed al-Jirary, funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores en la embajada marroquí en París, desapareció en octubre de 1979. Según su hermana «era un joven simple y nunca tuvo relación con la política». El CCDH confirmó que «efectivamente Mohamed al-Jirary nunca ha sido ni sindicalista ni político».

vii. Al-Yazid Igodar, un funcionario del Ministerio de agricultura, casado y padre de cuatro hijos, fue secuestrado en su camino al trabajo en 1980. Todos los intentos de buscar su paradero han sido contestados con amenazas por parte de las autoridades marroquíes.

viii. Abdellah Charouk, un estudiante de 21 años, fue detenido el 22 de junio de 1981 en Casablanca, cuando participaba en la huelga general de junio de 1981. Se le vio el mismo día en el cuartel de la Policía de Aïn Sebaa de Casablanca. Y a partir de ese momento nada se supo de él.

ix. Omar al-Wassily, después de sacar una plaza como funcionario en la Escuela Universitaria de Agricultura de Mequínez (ENA), trabajó en las ciudades de Mequínez y Khenifra y posteriormente viajó a Francia para realizar una tesis doctoral. En 1983 regresó a Marruecos para trabajar en una multinacional belga con sede en la ciudad de Agadir, el mismo año desaparece en circunstancias extrañas. Hasta el día de hoy nada se sabe de él.

x. El secuestro de los hermanos Bourequat, hombres de negocios desaparecidos durante años y confinados en prisiones secretas, entre ellas Tazmamart, por razones que ellos mismos desconocen.

xi. El secuestro y desaparición de los hijos, hermano y sobrinos del general golpista Mohamed Ufqir, incluidos niños de corta edad, encerrados hasta 1991 en una cárcel secreta en el desierto.

1.2.4. Asesinatos y eliminación física de disidentes y opositores del régimen:

Entre 1956 y 1960, los agentes secretos del Cab. I asesinaron a varios históricos miembros del movimiento de resistencia contra la ocupación franco-española (el Movimiento Nacional Marroquí - al-Ḥaraka al-Waṭaniyya) que lucharon por la independencia de Marruecos (Boukhari 2003: 107). El caso más conocido es del político marxista, fundador y líder de la Unión Nacional de Fuerzas Populares (en adelante UNFP) y dirigente del movimiento tercermundista Tricontinental, Mehdi Ben Barka, secuestrado y asesinado en París, el 29 de octubre de 1965. Según Ahmed Boukhari, que fue el encargado de recibir toda la información enviada desde París a los servicios secretos marroquíes la noche de la detención y los días posteriores, y trasladarla a Ufqir y Dlimi, el cuerpo de Ben Barka fue trasladado en un avión militar al centro de detención secreto de Dar al-Mouqri, en Rabat, donde fue disuelto en una gran caldera de ácido. De todo el proceso de esta operación se encargaron el general Mohamed Ufqir, ministro del interior en aquel entonces, y Ahmed Dlimi, subdirector de Seguridad Nacional marroquí (Boukhari 2003: 109-110), y personas de la máxima confianza de Hasan II. Otro caso célebre es el de Mohammed Lahrizi, compañero y amigo de Mehdi Ben Barka, político socialista secuestrado y asesinado junto a su esposa suiza, Erika, y la hija de ambos, de tres años de edad, en 1962 en el conocido Cab 1 bajo órdenes del general Ahmed Dlimi([8]), es decir tres años antes del asesinato de Mehdi Ben Barka.

1.2.5. Ejecuciones extrajudiciales:

Aparte de las realizadas en centros secretos de detención, el régimen marroquí de los años de plomo ha recurrido a ejecuciones sin juicio en varios casos, siendo el más famoso el de los dirigentes del intento de golpe de Estado de Skhirat (1971), oficiales de alta graduación cuya ejecución sumaria fue anunciada públicamente por el rey al día siguiente del pronunciamiento y llevada a cabo dos días después.

1.2.6. Persecución a toda persona progresista o relacionada con movimientos de izquierdas:

Los militantes de movimientos progresistas o de izquierda y de sindicatos u ONG comprometidas socialmente, han sido siempre objetivo primero de los servicios secretos de esta etapa. Muchos militantes de los movimientos marxistas-leninistas Ilā l-Amām (Adelante)([9]) o Movimiento del 23 de Marzo (23M)([10]) fueron perseguidos y encarcelados. Han corrido la misma suerte muchos militantes marxistas expulsados en mayo de 1983 del partido Unión Socialista de Fuerzas Populares (en adelante USFP)([11]), del partido Vía Democrática, asociaciones como la Asociación Marroquí de Educación de la Juventud (en adelante AMEJ), la AMDH, o sindicatos como la UMT, Confederación Democrática del Trabajo (en adelante CDT) o UNEM, entre otros.

Los militantes más conocidos de estas organizaciones, que fueron perseguidos, detenidos, torturados y encarcelados durante cerca de dos décadas, son Abraham Serfaty (1926-1910), militante comunista y fundador de la organización marxista leninista Ilā al-Amām (Adelante), fue detenido y torturado en 1972. Dos años más tarde, en 1974, vuelve a ser detenido de nuevo y esta vez será encarcelado durante 17 años. Es considerado el preso político más antiguo de África (1974-1991). El segundo es Abdellatif Laabi (n. 1942), militante del mismo movimiento opositor Ilā al-Amām y fundador de la revista literario-artística Souffles-Anfās (1966). Fue encarcelado, torturado y condenado a diez años de prisión (1972-1980). El tercero es Abdelkader Chaoui (n. 1950), militante del Movimiento del 23 de Marzo (23M). Fue detenido en 1974 y encarcelado durante dieciséis años. Durante estos años ha sido torturado y aislado, tal como se recoge en sus obras literarias, que veremos a continuación, algunas de ellas escritas en la cárcel. También ha sido expulsado de su trabajo como profesor de enseñanza segundaria. Salió de prisión en 1990 y hasta 1994 no fue reintegrado en la función pública.

Existen otros casos de detenidos, encarcelados y torturados en varias ocasiones en esta etapa. Se trata de los militantes marxistas del PADS; Mohamed Bougrine (1935-2010), conocido como el preso de los tres reyes (del actual rey, Mohammed VI, de su padre, Hasan II, y de su abuelo, Mohamed V), o Abderrahman Ben Ameur, Ahmed Benjelloun (1942-2015), Abdeslam Mouden y Boubker Khamlichi, entre otros.

1.2.7. Represión extremadamente violenta de manifestaciones y otras formas de protesta ciudadana:

Era frecuente que las fuerzas de seguridad abrieran fuego contra los manifestantes. El número de personas muertas o heridas a causa de ello es, por tanto, elevado, y lo es también el número de personas secuestradas y encerradas en lugares secretos como consecuencia de la represión de las manifestaciones. Los casos más importantes son la revuelta del 23 de marzo de 1965 en Casablanca, donde murieron 50 manifestantes; los levantamientos populares de Casablanca de 20 de junio de 1981, donde fallecieron 114 personas; los disturbios de Marrakech de 1984; las revueltas de Tetuán del mismo año, donde murieron 13 personas; los de al-Ksar al-Kabir, Berkane y Zayou del mismo año, con un resultado de 4, 2 y 1 fallecidos, respectivamente; y los de Fez en 1990, donde encontraron la muerte 109 manifestantes, aparte de otro fallecido en Tánger en el mismo año.

1.2.8. Prohibición de revistas e iniciativas culturales:

A partir de 1972, las autoridades marroquíes prohibieron cualquier iniciativa cultural o periodística no favorable al régimen y sus prácticas. Muchas revistas, publicadas por intelectuales y políticos de izquierdas, fueron prohibidas entre 1972 y 1988. En 1972, después del intento de golpe de estado de Skhirat (Rabat) del 10 de julio de 1972, se prohibió la revista literaria Souffles-Anfās (أنفاس ), en sus dos versiones francesa y árabe (1972), fundada por el poeta Abdellatif Laabi en 1966. En 1984, después de los levantamientos populares y huelga general contra la carestía de los productos básicos, al «Marruecos cultural» se le amputaron cuatro órganos de pensamiento y reflexión; cuatro revistas de referencia en todo el mundo árabe. Se trata de las revistas aṯ-Ṯaqāfa al-Ǧadīda (الثقافة الجديدة ), az-Zamān al-Maġribī (الزمان المغربي ) , al-Badīl (البديل ) y al-Ǧusūr (الجسور ).

1.2.9. Cierre de prensa crítica con el régimen:

Como consecuencia de la huelga general del 20 de junio de 1981, las autoridades marroquíes decretaron el cierre de varios periódicos y semanarios, órganos de expresión de algunos partidos políticos de tendencia socialista. Citamos a modo de ejemplo la prohibición en junio de 1981 del periódico arabófono al-Muḥarrir (المحرر ), órgano de expresión del Partido USFP, como consecuencia de su publicación de la convocatoria de la huelga general del 20 de junio en su primera página; y en diciembre de 1988 prohibieron el semanario al-Masār (المسار ), órgano de expresión del Partido de la Vanguardia Democrática Socialista (PADS), opositor al régimen de Hasan II.

Cabe recordar que esta situación obligó a muchos intelectuales progresistas, sindicalistas y militantes de organizaciones de izquierdas perseguidos por las autoridades marroquíes entre 1971 y 1995 a buscar seguridad y otras formas de supervivencia fuera de Marruecos. Varios cientos de entre ellos abandonaron el país hacia Europa, Estados Unidos de América y Canadá como refugiados políticos en busca de protección y seguridad, mientras que sus familiares lo hicieron posteriormente obligados, huyendo de la persecución sufrida en Marruecos por llevar el mismo apellido que ellos.

2. Los años de plomo en la literatura carcelaria marroquí

2.1. Factores que impulsaron la aparición de la literatura carcelaria marroquí

Son varios los factores que ayudaron en la aparición de este género literario en Marruecos. Primero, el comienzo de la distensión internacional, con la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 y la disolución de la Unión Soviética, lo que puso fin a la guerra fría y provocó el derrocamiento de los estados socialistas de estilo soviético en los meses siguientes. A partir de entonces, el régimen marroquí dejó de considerar como amenaza a los movimientos políticos, sociales y culturales de tendencia socialista. Segundo, el surgimiento en Marruecos de varias asociaciones de defensa de derechos humanos y de la sociedad civil organizada a partir de 1979 con la creación de la AMDH([12]). Tercero, la publicación de varios libros e informes de organizaciones y organismos internacionales en Europa y en los Estados Unidos denunciando la existencia de cárceles y centros secretos de tortura en Marruecos. Nos referimos al libro Notre ami le roi, publicado por Gilles Perrault en París en 1990([13]) con la colaboración de Christine Daure-Serfaty (1926-2014), esposa de Abraham Serfaty (1926-2010); el libro A qui appartient le Maroc de Moumen Diouri (1938-2012), opositor del régimen de Hasan II, exiliado en París (Paris, 1991)([14]); y el informe Rompiendo el muro de silencio: personas «desaparecidas»en Marruecos, difundido por Amnistía Internacional en 1993([15]). Cuarto, las múltiples denuncias de los exiliados marroquíes de la diáspora en Suiza, Francia, España y los Estados Unidos. Quinto, la presión de la opinión pública marroquí e internacional sobre las autoridades marroquíes para que reconocieran la existencia de presos políticos en sus cárceles oficiales y secretas, para que respetaran los derechos humanos y pusieran fin a los «años de plomo». Y, quinto, el importante papel que jugaron, por una parte, los exiliados marroquíes y de la activista y esposa de Abraham Serfaty, Christine Daure-Serfaty (1926-2014), y, por otra parte, de la prensa francesa publicando las denuncias de estos últimos y haciendo un seguimiento minucioso de todo lo referente a la situación de los derechos humanos en Marruecos.

Añadir a todo lo anterior, la circulación entre ellos de copias de la versión árabe de la novela La madre de Máximo Gorki (1868-1936) (Moscú, 1907) y de las obras de la «literatura carcelaria árabe» publicadas en Beirut y el Cairo, principalmente las obras aṯ -Ṯalǧ yaˀ tī mina n-nāfiḏah (La nieve viene de la ventana), Bayrūt, 1969, de Ḥannā Mīnah (1924-2018), y las tres novelas que ˁAbd ar-Raḥmān Munīf (1933-2004) dedicó a la literatura carcelaria entre 1971 y 1991: al-ˀAšǧār wa-ġtiyāl Marzūq (Los árboles y el asesinato de Marzuq) Bayrūt, 1973; Šarq al-Mutawassiṭ (Al este del Mediterráneo) Bayrūt, 1975; y al-ˀĀna hunā, aw Šarq al-Mutawassiṭ marra ˀuḫrà (Aquí y ahora, o al este del Mediterráneo otra vez) Beirūt, 1991.

Junto a estos factores, la experiencia del mucho sufrimiento acumulado por parte de los presos políticos marroquíes a lo largo de cuatro décadas les proporcionó un terreno fértil para escribir sobre su dura experiencia, lo que dio lugar al nacimiento de este nuevo género literario marroquí enmarcado dentro de la «literatura carcelaria árabe».

2.2. La literatura carcelaria marroquí: la memoria de los «años de plomo»

La «literatura carcelaria marroquí» se inicia con una primera obra, Le chemin des ordalies Denoël, 1982, de Abdellatif Lâabi (n. 1942), a la que siguieron otras obras, como Kāna wa ˀaḫawātu-hā (Kāna y sus hermanas) 1986, de Abdelkader Chaoui (n. 1950); L’ombre de Lalla Chafia, L’Harmattan, 1989, de Driss Bouissef Rekab (n. 1947); Le couloir, Tarik, 2005, de Abdelfettah Fakihani (1949-2009); La mémoire de l’autre, Stock, 1993, de Abraham Serfaty (1926-2010) con la colaboración de su esposa Christine Daure-Serfaty (1926-2014) y Tazmamart, cellule 10, Tarik, 2000, de Ahmed Marzouki (1947). Esta última obra se ha convertido en un bestseller, con cerca de 100.000 ejemplares vendidos en un país donde un libro con una tirada de 1.500 ejemplares tarda cuatro años en venderse. Ha obtenido en Berlín la distinción del Instituto Ibn Rušd (Averroes) para la libertad de pensamiento.

La mayoría de los expresos políticos marroquíes no eran escritores antes de su encarcelamiento y muchos de ellos solo tenían estudios básicos, sobre todo los militares implicados en los dos golpes de estado de 1971 y 1972. Los años de su encarcelamiento les han servido para formarse o profundizar sus conocimientos en varias materias, tal como se recoge en sus memorias. Para combatir las duras condiciones de su encarcelamiento, organizaron varias actividades y talleres. Cada uno de ellos preparó actividades de su campo de especialidad. En la cárcel de Tazmamart, por ejemplo, de esta labor se encargaron, sobre todo, los presos que tenían más estudios como el piloto Salah Hachad y el oficial Ahmed Marzouki, detenidos después de los golpes de estado de 1971 y 1972, respectivamente. En las cárceles oficiales, los presos políticos, los estudiantes del UNEM, los líderes de las organizaciones marxistas leninistas 23M y Ilā l-Amām, y los sindicalistas de la UMT y de la CDT aprovecharon sus años de reclusión para terminar sus estudios o para iniciar otras carreras.

Gracias a esta formación, muchos expresos de Tazmamart se animaron a escribir sus memorias para dar testimonio de su calvario durante los años de su encarcelamiento. Sus obras, en árabe y francés, forman ya parte de la historia de Marruecos y de su memoria, y serán imprescindibles para entender su historia, reescribirla, estudiarla y enseñarla. También, serán un buen material literario para concienciar a las generaciones marroquíes nacidas después de los «años de plomo» sobre la gravedad de los hechos para, así, evitar que se repitan de nuevo.

La mayoría de estas memorias han sido autopublicaciones de sus autores y su distribución ha estado limitada al núcleo de amigos y militantes de organizaciones de defensa de derechos humanos en Marruecos. Por lo que no tenemos información de muchas de ellas que han sido publicadas recientemente. En la Tabla 2 se recogen las memorias, novelas, escritos y poemarios publicados entre el año 1982 y 2017.

Tabla 2.


Obras de literatura carcelaria marroquí publicadas entre 1982 y 2017

Fuente: Elaboración propia.

2.3. Año 1990, punto de inflexión en la historia de los derechos humanos en Marruecos:

Desde los años ochenta del siglo pasado, Marruecos fue objeto de un aluvión de críticas debido a las violaciones de derechos humanos y los continuos secuestros y torturas en sus cárceles, oficiales y secretas, lo que le obligó a presentar su informe, por primera vez, ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el año 1981 desmintiendo las críticas de los familiares de desaparecidos y detenidos y de los informes de varias organizaciones internacionales de defensa de derechos humanos. El argumento repetido por todos los miembros de la delegación marroquí fue que «la prensa internacional está obsesionada con Marruecos, liderando una campaña contra el país y sus instituciones y que está inventando asuntos que no tienen conexión con la realidad y existen solo en la imaginación de periodistas y activistas de organizaciones internacionales» (Zaaly 2014).

El año 1990 marcó un punto de inflexión en la historia de la defensa de los derechos humanos en Marruecos, después de que las noticias del país se mantuvieran alejadas de las preocupaciones de los organismos internacionales y de los medios de comunicación internacionales, Marruecos se convirtió rápidamente en el centro de atención de las organizaciones de defensa de derechos humanos y de la prensa internacional, y la existencia de centros de detención secretos en el país se convirtió en titular frecuente en la prensa extranjera. Ello obligó a Hasan II a enviar, en el mismo 1990, una delegación a Ginebra para publicitar el informe del gobierno sobre el «buen estado de los derechos humanos en Marruecos», defender la imagen del Reino y negar la existencia de Tazmamart y de cualquier prisión secreta en Marruecos. Durante la sesión de exposición, los miembros de la delegación marroquí no pudieron dar respuesta adecuada a las preguntas de los expertos del Comité de la ONU, especialmente las relacionadas con los centros secretos de detención, alegando «no tener autorización para contestar este tipo de preguntas». Esta actitud obligó a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU a convocarlos el año siguiente para que le diera tiempo a preparar sus respuestas a las preguntas de los expertos del Comité de la ONU y de las organizaciones internacionales, principalmente de Amnistía Internacional.

En 1991, Marruecos envió una nueva delegación, que viajó a Ginebra en medio de una importante campaña mediática internacional. Se difundió la noticia de que la delegación marroquí viene a responder con contundencia a las acusaciones de organismos internacionales sobre violaciones de derechos humanos en Marruecos y la existencia de centros de detención secretos en los que se recluía a los opositores del régimen de Hasan II.

A diferencia de la sesión del año anterior (1990), en la sesión de julio de 1991 la delegación marroquí quedó sorprendida por la presencia de activistas y defensores de derechos humanos marroquíes que habían sido arrestados y torturados anteriormente por algunos miembros de la misma delegación. En la misma reunión, el Comité de la ONU presentó a la delegación marroquí un testimonio proveniente del interior de Tazmamart, firmado por un funcionario de prisiones encargado de supervisar la prisión secreta, que decía:

أفتح الزنزانة الأولى، فأجدها فارغة إلا من نقالة لحمل الموتى، وشعلة كبيرة، عندما أفتح الزنزانة الثانية أجدها بدورها فارغة، عندما تفتح الثالثة يتجمد الدم في عروقك لهول المنظر الماثل أمامك، جثة بشرية معلقة على سطح إسمنتي صلب، هيكل عظمي بشري بلحية كثيفة تتدلى على صدره، شعر طويل ومتسخ يجعله يشبه إنسان العصر الحجري، أظافر طويلة تبدو كمخالب ثعبان (المساء، 20/06/2014).

Abro la primera celda y la encuentro vacía excepto por una camilla para llevar a los muertos y una gran antorcha, cuando abro la segunda celda, la encuentro a su vez vacía. Cuando abro la tercera, la sangre se congela en mis venas horrorizado por lo que estoy viendo, un cadáver humano colgando de una pared dura de hormigón, un esqueleto humano con una espesa barba colgando del pecho, cabello largo y sucio que lo hace parecer un humano de la Edad de Piedra, uñas largas que parecen garras de reptil (Al-Massae, 20/06/2014)([18]).

Todo esto tuvo una amplia repercusión mediática en la prensa internacional, principalmente de los medios franceses, que estaban muy interesados en informar del tema a la vista de las relaciones bien conocidas de Hasan II con los presidentes de Francia. Añadamos las presiones que ejercía la oposición francesa sobre el presidente François Mitterrand, acusándolo de encubrir las violaciones de derechos humanos en Marruecos, además de las múltiples denuncias de los marroquíes de la diáspora exiliados en varios países europeos y de la campaña que lideró Christine Daure-Serfaty en Francia para dar a conocer el caso de su esposo, Abraham Serfaty, preso desde 1974, y denunciar la cuestión de los detenidos en las cárceles marroquíes y de las prisiones secretas.

A consecuencia de todo esto, después de esta última sesión del Comité de Derechos Humanos de la ONU, gracias a la presión de las organizaciones de derechos humanos, y en previsión de la visita de Hasan II a Estados Unidos (24 al 30 de septiembre de 1991), Marruecos emprendió una operación de limpieza, que de una manera un tanto precipitada se desarrolló durante los meses de agosto y septiembre de aquel mismo año, con la liberación de Abraham Serfaty en 1991, la clausura de la inexistente prisión de Tazmamart y el indulto al teniente Mbarek Touil (Sales 1991). En octubre de 1991 fueron liberados el resto de los prisioneros, después de un periodo de recuperación y tratamiento médico para mitigar las huellas de su cautiverio de cerca de veinte años. Antes de llevarlos con sus familiares, según declaraciones de Ahmed Marzouki, uno de los supervivientes de Tazmamart, a un programa de al-Jazeera([19]), las autoridades les exhortaron a guardar silencio y a no contar nada, ni sobre lo vivido durante los años de su secuestro ni sobre Tazmamart.

En este centro secreto de retención fueron encerrados cincuenta y ocho oficiales y suboficiales, soldados de infantería o aviadores por haber estado implicados, involuntariamente, en los dos intentos de golpe de Estado de julio de 1971 (Skhirat, cerca de Rabat) y agosto de 1972 (ataque al avión del rey Hasan II durante su regreso de un viaje a Francia)([20]). El preso que ocupaba la celda 10 de Tazmamart era el oficial militar Ahmed Marzouki, autor de la novela con el mismo título, que fue uno de los 28 supervivientes que consiguieron resistir milagrosamente dieciocho años en esta prisión en condiciones inhumanas.

Animado por la lectura de Tazmamart, cellule 10, de Ahmed Marzouki, publicada en 2000, el periodista y escritor Khalid Jamaï (1944-2021) decide a su vez publicar la historia de su experiencia en la prisión. En 2003 presentó el manuscrito de su novela 1973, présumés coupables a Tarik Éditions, que fue aceptado de inmediato. «No se discutió, era obvio», recuerda Bichr Bennani, editora de Tarik Éditions (Chraibi 2021).

Khalid Jamaï (1944-2021) fue encarcelado en 1973 por sus artículos críticos contra el majzén. Durante los seis meses de su detención arbitraria, escuchó y documentó las historias y aventuras surrealistas, así como las opiniones de muchos reclusos que desfilaban por su celda, situada en una cárcel en pleno corazón de la capital del país, Rabat, sobre la situación política y el estado de libertades y derechos humanos en Marruecos. El interior de las cárceles es la otra cara del horror de los años de plomo en Marruecos, tal como queda evidente en la novela de Jamaï, con estos retratos en forma de «noticia», contados por los detenidos y torturados a Jamaï, que convirtió su celda en «un confesonario». Se trata de un testimonio sobre la monstruosa injusticia de estos encarcelamientos y sobre las prácticas policiales, un modo de gobierno, un sistema político y una sociedad al borde de la anomia.

Cabe señalar que los años de plomo en Marruecos han sido objeto de abundante literatura inspirada en la ciencia política como la obra Le règne de Hassan II (1961-1999). L’espérance brisée de Ignace Dalle (2001) y el libro L’histoire du Maroc depuis l’indépendance de Pierre Vermeren (2006), entre otros trabajos publicados en Marruecos, Francia y España, principalmente. Asimismo, en los últimos años se publicaron algunas investigaciones sobre la literatura marroquí carcelaria en Francia, Bélgica, España y Estados Unidos de América. En el caso de España cabe mencionar el trabajo de Rocio Velasco sobre Ḥadīṯ al-ˁatamah de Fatna el-Buih (2013)([21]), la monografía La ruptura del silencio. Testimonios de Katjia Torres (2013)([22]) y la obra La literatura marroquí contemporánea de Gonzalo Fernández Parrilla (2006)([23]) donde menciona algunas obras de la literatura carcelaria marroquí.

2.4. Los lugares de detención y tortura en la literatura carcelaria marroquí

Agdez (Ouarzazate), Tazmamart, Kalaat M´Gouna, Derb Moulay Chrif, Tagounite, Dar Bricha, Dar El Mokri, Complexe, Courbis y Skoura han sido escenario de eventos trágicos durante cuarenta y cuatro años de la historia contemporánea de Marruecos. Es suficiente pronunciar el nombre de una de estas cárceles secretas y centros clandestinos de detención y tortura para abrir una página negra de la historia de Marruecos de los años de plomo. Hasta la muerte de Hasan II, el 23 de julio de 1999, y el cese de su ministro de interior Driss Basri el 9 de noviembre de 1999, estos lugares de tortura y sufrimiento estaban sellados a cal y canto. No fue hasta después de la entronización del hijo de Hasan II, Mohammed VI, como rey de Marruecos el 30 de julio de 1999, cuando se puso fin a este largo episodio. Durante cuarenta y cuatro años, miles de marroquíes han sido secuestrados, arrestados y torturados en condiciones infrahumanas. Muchos de ellos perdieron la vida en estas cárceles clandestinas y nunca fueron entregados sus cuerpos a sus familiares para un entierro digno.

Estos trágicos eventos han inspirado muchos escritos marroquíes. Muchos expresos políticos decidieron escribir sus diarios y memorias en obras literarias. Esta ha sido su manera, como lo expresaron muchos de entre ellos, primero, de registrar y conservar estos episodios negros en la historia de Marruecos como parte de su «memoria democrática» y, segundo, de denunciar a los responsables de estas violaciones constantes de los derechos humanos más elementales desde la independencia de Marruecos hasta la muerte de Hasan II (1956-1999).

2.5. La literatura carcelaria marroquí: la biografía colectiva de una generación que experimentó el secuestro, la detención y las artes de la tortura en todas sus formas

Los orígenes de la literatura carcelaria marroquí son recientes, datan de principios de los ochenta, una etapa que estuvo marcada por los violentos episodios de desapariciones y secuestros, asesinatos y eliminación física de disidentes y opositores del régimen, ejecuciones extrajudiciales, persecución a toda persona progresista o cercana a movimientos de izquierdas, centros secretos de tortura, cárceles clandestinas, represión extremadamente violenta de manifestaciones y otras formas de protesta ciudadana. Todos estos hechos han favorecido la aparición, a partir de los años ochenta del siglo pasado, de este nuevo género literario en Marruecos, la «literatura carcelaria».

Los escritos y memorias publicados los últimos cuarenta años forman lo que se denomina en Marruecos «literatura carcelaria», conocida por otros nombres, como «literatura del compromiso», «adab as-suǧūn», «al-mutaḫayyal as-siǧnī», «al-maḥkī as-siǧnī», «al-kitāba as-siǧniyya», «Adab al-iˁtiqāl as-siyāsī» o «Adab al-iltizām».

Se trata de testimonios de las duras experiencias que vivieron muchos intelectuales y opositores marroquíes en las cárceles de los años de plomo, a veces no sin humor, como en la obra al-ˁArīs (El novio) de Salah al-Ouadie; en la novela Tazmamart, cellule 10 (Tazmamart, celda 10) de Ahmed Merzouki, o en Une femme nommée Rachid (Una mujer llamada Rachid) de Fatima El Bouih; en La Chambre noire (La habitación negra) de Jaouad Mdiddech y en 1973, Présumés coupables de Khalid Jamaï.

al-ˁArīs (El novio) es una novela de Salah El Ouadie, publicada en árabe en 1998 y traducida al francés en 2001 (Tarik, 2001). La novela está basada en cartas ficticias de un preso marroquí a su madre. al-ˁArīs es el apodo que le dan sus carceleros porque fue secuestrado y encarcelado durante la boda de un primo. Con una ligereza y una ingenuidad que son solo apariencia, con un humor siempre amargo pero salvador, tanto para el narrador como para el lector, la historia nos conduce sin ceremonias al infierno del centro de detención y tortura de Casablanca, Derb Moulay Chrif, para revelarnos los prodigiosos logros de las mentes humanas entrenadas en las artes de la tortura en todas sus formas. Esta correspondencia es, según la presentación de la Editorial Tarik, «la biografía colectiva de una generación, la que experimentó la detención y todo tipo de tortura en las décadas de 1970 y 1980 por sus opiniones políticas disidentes» (Editorial Tarik 2001).

Fatna El Bouih publica en 2001 su novela-testimonio en árabe bajo el título Ḥadīṯ al-ˁatamah (Palabras de la oscuridad) y en francés en 2006 bajo el título Une femme nommée Rachid. Se trata de la historia de una gran desilusión. Desilusión con una joven cuyo padre creía que los secuestros de niñas eran «viejas historias». Desilusión de una soñadora. Pero también es la historia de la valentía ganada en las sombras, junto a Latifa Jbabdi y otras cinco activistas que no paraban de leer, aprender, discutir, mirar para estar a la altura de su vocación. Se trata de siete mujeres en frente de una sociedad sumisa (Ksikès 2002).

Ahmed Marzouki, en su novela Tazmamart, cellule 10 (Tazmamart, celda 10), describe el calvario que él y sus compañeros soportaron durante dieciocho años en la prisión secreta Tazmamart (entre Errachidia y Midelt, cerca del desierto, en una zona militar al pie del Alto Atlas) comenzando por la poca cantidad y mala calidad de los alimentos, pasando por las enfermedades y epidemias que se propagaron entre ellos por falta de higiene y falta de atención médica, y terminando con las largas noches frías en invierno, cuando la temperatura cae por debajo de cero, sin disponer de suficiente ropa ni mantas para cubrirse. El autor narra los pormenores de la vida cotidiana en la prisión, y los métodos que los detenidos inventaron para enfrentar las dificultades en las que vivían. Por ejemplo, menciona cómo inventaron un lenguaje codificado especial para poder comunicarse entre sí sin que los guardias pudieran entender lo que dicen, por lo que inventaron el idioma Tazmamertia, al cual dedica un capítulo donde enumera una muestra de palabras codificadas. También menciona los diferentes talleres –a distancia, gritando desde la celda, ya que durante todos los años de su cautiverio (1972-1991) estaban aislados en celdas individuales– que dieron algunos presos para sus compañeros o las actividades culturales que improvisaban para no desconectarse del mundo exterior, como los recitales de poesía o lectura de cuentos, en árabe y francés, o algunos versículos del Corán, que tenían algunos de ellos memorizados desde sus años de estudio (Marzouki 2000).

Hasta 1993, el Estado marroquí negó la existencia de la cárcel secreta de Tazmamart. Hasan II, en una entrevista con la periodista Anne Sinclair para la televisión francesa TF1 en 1993, negó la existencia de una prisión secreta llamada Tazmamart y desmintió las conclusiones del informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas de 1990, que denuncia la existencia de Tazmamart en Kelaat M´Gouna. La respuesta de Hasan II ha sido que «Kelaat M´Gouna es una zona turística y es la capital de rosas» y que los responsables del informe «desconocen la geografía de Marruecos»([24]). Esta negación se hace dos años después de «liberar en 1991, […] durante una campaña mundial contra las violaciones de derechos humanos en Marruecos, alrededor de 270 hombres y mujeres que llevaban desaparecidos, algunos desde hacía 19 años […]» (AI 1993), desde el año 1972.

3. Conclusión

La literatura carcelaria marroquí, tiene un valor incalculable que traspasa lo literario y alcanza lo histórico. Es un testigo directo de los años de plomo, algo que los historiadores oficiales intentaron ocultar, una forma de mutilar parte de la memoria colectiva del pueblo marroquí. Conservar esta literatura es conservar una parte importante de la historia de Marruecos, es conservar su memoria, la memoria colectiva de todos los marroquíes. Esta es la principal razón por la cual esta literatura debe ser conocida y dada a conocer, de modo que llegue al máximo número de lectores marroquíes y enseñada en el sistema educativo marroquí, público y privado, para transmitir a las generaciones contemporáneas, post años de plomo, las oscuridades de una época con la que se debe romper y no permitir a que volviera a repetirse. A estas generaciones –post años de plomo– se les tiene que ayudar a conservar la memoria de su país y se les tiene que recordar que el precio pagado para conseguir los pocos derechos conquistados desde la independencia de Marruecos hasta la actualidad ha sido muy alto.

Igualmente, la literatura carcelaria marroquí debe ser traducida para darla a conocer fuera de Marruecos y del mundo árabe, y ayudar a lectores, investigadores y críticos literarios fuera del entorno árabe a conocer mejor este género literario y los temas tratados por sus autores, así como la lucha de los intelectuales marroquíes, militantes de organizaciones de izquierdas y del pueblo marroquí, por otro Marruecos mejor donde el respeto de los derechos humanos, individuales y colectivos, y de la libertad de expresión deben ser sagrados.

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Notas

* Email: mdahiri@ucm.es. ORCID: 0000-0002-8362-9503.
([1]) Diversas fuentes resumen los golpes de estado de los cuales Hasan II fue objetivo en veinte. Bajaja, Y. (2008): “Los veinte intentos de asesinato de Hasan II”. Al Ayyam nº 320, del 15 al 21 de marzo, pp. 7-9.
([2]) Instance Equité et Réconciliation (2004): Rapport final. Commission pour la vérité, l’équité et la réconciliation (6 volumes), Rabat : Commission pour la Vérité, l’Équité et la Réconciliation.
([3]) La Instancia Equidad y Reconciliación (IER) fue instaurada oficialmente por el rey Mohammed VI, el 7 de enero de 2004. Se trata de una Comisión Nacional para la verdad independiente, que dispone de competencias no judiciales para el “esclarecimiento de la verdad sobre las graves violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado”, cometidas por el Estado, durante “los años de plomo”, entre 1956 y 1999, durante el reinado de Hassan II, entre 1956 y 1961 como príncipe heredero, y entre 1961 y 1999, como rey. Las modalidades de intervención son la investigación, la evaluación, el arbitraje, la búsqueda y la presentación de recomendaciones y de propuestas de reformas.

El periodo de referencia cubierto por la investigación se extiende desde principios de la independencia a la fecha de la aprobación por SM el Rey de la creación de la Instancia Independiente de Arbitraje en 1999. El mandato de la IER implica la investigación y análisis de todos los acontecimientos del pasado que presuntamente han constituido graves violaciones de derechos humanos entre 1956 y 1999, y en particular, las graves violaciones de derechos humanos que revistieron un carácter sistemático y/o masivo, como por ejemplo las desapariciones forzosas y las detenciones arbitrarias.

([4]) Nos referimos a las memorias de dos militares implicados en los golpes de estado de 1971 y 1972 supervivientes de la cárcel clandestina de Tazmamart, donde pasaron cerca de veinte años, cada uno. El primero es Ahmed al-Marzouki, alumno de la Academia Militar de Ahermemou, involucrado en el golpe de estado de Skhirat en 1971. El segundo es el piloto comandante del escuadrón de aviones de Hassan II, Saleh Hachad, participante en el golpe de estado perpetrado el 16 de agosto de 1972. Estas memorias fueron emitidas en el programa “Šāhid ˁalā al-ˁAsr” (testigo de su época) de la cadena de televisión Aljazeera, en nueve capítulos el primero, y diez capítulos el segundo. Diponibles en: http://www.aljazeera.net/NR/exeres/46E77790-DDCF-4204-BD34-2F839080AC6B.htm (último acceso: 22/07/2021)
([5]) Las sesiones de escucha y audiciones del IER se encuentran disponibles en la siguiente plataforma: http://www.ier.ma/_es_ssrubrique.php?id_rubrique=284 (último acceso: 22/07/2021)
([6]) Información disponible en la página web de la Federación Euromediterránea contra las Desapariciones Forzosas: https://www.disparitions-euromed.org/ar/node/36 (último acceso: 23/07/2021).
([7]) Boujaabout, El-Mostafa, “al-Insāf wa al-Mosālaha: Nihāya am Inhāˀ?, Hespress, 10/01/2020, [en línea]: https://www.hespress.com/writers/455771.html (último acceso: 23/07/2021).
([8]) El Azizi, Abdellatif, « Mohamed Lahrizi, l'autre affaire Ben Barka », Telquel, nº 190. Disponible en: http://www.telquel-online.com/190/index_190.shtml y Yabiladi online, disponible en: https://www.yabiladi.com/article-politique-671.html (último acceso: 25/07/2021).
([9]) «Ilā al-Amām» (Adelante) fue una organización comunista marroquí creada por el ingeniero Abraham Serfaty y el poeta Abdellatif Laabi en 1970. Ha trabajado siempre en la clandestinidad y nunca solicitó ser legalizada por no aceptar reconocer a la monarquía, al Islam como religión de Estado y al rey de Marruecos como “príncipe de los creyentes”.
([10]) El “Movimiento del 23 de Marzo” (23M) fue un movimiento político marroquí de ideología marxista-leninista creado por Mohamed Bensaid Aït Idder en 1970.
([11]) Eran todos miembros del Comité Directivo del USFP, que en los noventa legalizaron su movimiento como partido político bajo el nombre “Partido de la Vanguardia Democrático Socialista” (PADS).
([12]) En el año 1979 se creó la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).
([13]) Perrault, Gilles. Notre ami le roi. Paris: Éditions Gallimard, 1990.
([14]) Diouri, Moumen, A qui appartient le Maroc. Paris : Éditions Harmattan, 1992.
([15]) Amnistía Internacional (1993). Rompiendo el muro de silencio: personas "desaparecidas" en Marruecos (AI: MDE 29/01/93/s DISTR: SC/CO/GRO) [En línea]:

http://web.amnesty.org/library/Index/ESLMDE290011993?open&of=ESL-376. (último acceso: 27/07/2021).

([16]) Traducido al español en 2004: Menebhi, Khadija (2004): Libro de la opresión. Madrid: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.
([17]) Este libro es el resultado de un trabajo colectivo coordinado por un expreso político y compuesto, principalmente, por testimonios que rinden homenaje a las mujeres luchadoras por la libertad, tejedoras de un Marruecos reconciliado consigo mismo.
([18]) Traducción del autor.
([19]) Nos referimos al programa Šāhid ˁalā al-ˁaṣr (testigo de su época) de la cadena de televisión Al-Jazeera. En los diez capítulos del programa (1 hora cada capítulo), Ahmed Marzouki, uno de los supervivientes de la cárcel clandestina de Tazmamart, contó con todos los detalles su cautiverio de cerca de veinte años. Disponibles en: http://www.aljazeera.net/NR/exeres/46E77790-DDCF-4204-BD34-2F839080AC6B.htm (último acceso: 22/07/2021).
([20]) Este atentado, llamado por sus organizadores «Operación Buraq», fue perpetrado por un grupo de militares el 16 de agosto de 1972, para acabar con la vida de Hassan II y propiciar un cambio político en el país. El atentado se produjo un año después de que fracasara en el palacio de verano de Skhirat, cerca de Rabat, otro intento de golpe de estado.
([21]) Velasco de Castro, Rocío (2013): «Memorias de una presa política en Marruecos: “Ḥadīṯ al ˁAtamah” de Fatna el-Buih», Ausencias: escritoras en los márgenes de la cultura, Sevilla: Arcibel Editores, pp. 1311-1327.
([22]) Torres, Katjia (2010): La ruptura del silencio. Testimonios. Sevilla: Arcibel Editores; Torres, Katjia (2013): «El papel de la traducción en la reescritura de la historia reciente de Marruecos. La literatura de testimonio escrita en árabe: Ḥadīṯ al ˁAtamah de Fatna El Bouih», Estudios de Traducción, nº 3, pp. 163-182.
([23]) Fernández Parrilla, Gonzalo (2006): La literatura marroquí contemporánea. Toledo: Universidad de Castilla-La Mancha.
([24]) Enlace de la entrevista de TF1 (a partir del minuto 33):

https://www.youtube.com/watch?v=WMKR7642EBs (último acceso: 23/07/2021).



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