e-ISSN:2172-7910
Doi: 10.25267/Hachetetepe.2020.i21.12
Universidad de Cádiz 105
lecciones que podemos aprender de la crisis que involucra una pandemia, no podemos
excluir el pensamiento reflexivo sobre la “verdad y calidad de las instituciones de una
determinada sociedad” (p. 05), dada la forma en que se concibe la prestación humanitaria
y asistencia a la población. Con ello, el libro se lanzó en un contexto incierto y lleno de
preocupaciones, al traer las repercusiones de la pandemia en cada grupo social, así, el
libro se divide en cinco capítulos y se han ido desarrollando los argumentos y reflexiones
sobre la triste realidad de la sociedad actual.
En el capítulo 1 – “Virus: todo lo sólido se disuelve en el aire”-, con un enfoque
directo y conciso, el autor presenta seis posibles conocimientos que llevaron al
predominio del coronavirus, a saber: El primero, La normalidad de la excepción - es la
fragilidad del sistema capitalista como bloque económico mundial, cada vez más cubierto
por el sector financiero. En el juicio afronta sus crisis como hechos fugaces y relegando
las de períodos largos y permanentes a la falta de preparación ante las adversidades
existentes en la humanidad. En esta última situación, la causa la revela el autor,
justificándola por la “concentración escandalosa de la riqueza” y la forma despreocupada
de afrontar las “catástrofes ecológicas” (p.06); El segundo: La elasticidad de lo social -
la creencia en la incapacidad del modo de discusión plantea las alternativas de vida a
través del hipercapitalismo; La tercera, La fragilidad de lo humano - las desgracias
patológicas que afectan las estructuras biológicas de los seres humanos inherentes a las
clases sociales, sin embargo, su alcance social tiene un “objetivo privilegiado” (p. 07); El
cuarto, El fin no justifica los medios - La idea contradictoria de contener la expansión del
virus mediante la disminución de la actividad económica humana y las formas
tradicionales de contención de la población como medida satisfactoria; El quinto, La
guerra por la que se hace la paz, explica la disputa entre las dos principales potencias
económicas mundiales sobre el uso de afirmaciones xenófobas incitadas por Estados
Unidos como China por el coronavirus; El Sexto, La sociología de las ausencias - el
impacto de una pandemia es significativo donde las políticas económicas sociales, por
supuesto, no prevalecen activamente.
En el capítulo 2 –“La trágica transparencia del virus”-, el autor identifica el
significado de la representación de la ideología sin hogar del ser humano en cuanto a su
esencia vista a nivel biológico, religioso y económico frente a la invasión expresiva y
agresiva del Virus. Con la premisa La pandemia es una alegoría, el autor hace referencia
a los sistemas político-económicos de nuestra historia como convicciones compuestas de
doctrinas ineficaces para satisfacer las necesidades de la humanidad, además de ser
dependientes y remodeladas por los principios de sus sistemas predecesores; el otro
punto, realidad suelta y excepcionalidad de la excepción, argumenta sobre la cautela que
debemos tener al teorizar esta compleja realidad que vaga entre el sentido de libertad y el
encarcelamiento en los intentos de concebir en torno a la excepcionalidad del período
pandémico.
Como una forma de acercarse al panorama social, el autor en el Capítulo 3 – “Sur
de la cuarentena”-, realiza un análisis de la cuarentena y las perspectivas pospandémicas
en la mirada de algunos, entre varios, colectivos sociales que, históricamente, tienen
marcas de un legado de males causados por el descuido de los sistemas político-
económicos dominantes. Los grupos son: Mujeres; Trabajadores precarizados,
informales, autónomos; Trabajadores de la calle; Personas sin techo o sin hogar;
Residentes en las periferias pobres de ciudades, villas de emergencia, barriadas, viviendas
precarias, etc.; Los internados en campos de internamiento para refugiados, inmigrantes