e-ISSN:2172-7910
Doi:10.25267/Hachetetepe.2020.i21.11
Universidad de Cádiz 102
A través de diversas historias, como ya hemos señalado las protagonistas son
nuestras madres, abuelas y bisabuelas presentadas como luchadoras incansables de
realidades difíciles, la autora nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de comenzar a
resignificar los cuidados y, sobre todo, a ponerlos en la base de nuestras actuales
prioridades. El texto pone de manifiesto en el contexto de las condiciones
socioeconómicas de Andalucía, cómo el sistema heteropatriarcal delega estas funciones
a cargo de las mujeres. Visibilizar a estas grandes mujeres de la sociedad, ocultas en el
imaginario social, es una cuenta pendiente que debemos saldar desde las propias
mujeres que ponen su voz, cartografiando realidades veladas por el patriarcado y la
territorialidad imperante.
Siguiendo al hilo de comentado anteriormente, este libro nos invita a reconocer
el cuidado como una necesidad central en la sociedad actual, que debe ser valorado
como tal y asumido por todos los miembros de la sociedad, en igualdad entre hombres y
mujeres, para que deje de ser tarea obligatoria y desvalorizada de las mujeres. Nos
recuerda que necesitamos cuidados mutuos entre todos y todas, estos humanizan a las
personas y a las sociedades, y se valoran como eje de una sociedad democrática. No
podemos construir una sociedad basada en valores que desprestigian estas funciones,
soslayando las relaciones afectivas de estas y poniendo el alza su importancia. Los
cuidados deben ser una de las bases de nuestra sociedad, deben estar basados en la
igualdad entre los diversos miembros que forman la comunidad, donde uno de los
parámetros en los que se basa los valores sociales sean los afectos, sin ninguna
discriminación de género, clase social o de raza. Se pone en primera plana un tema
actual, desde el prisma de la deslegitimación del discurso que menosprecia a las mujeres
campesinas y obreras que son el sustento social, y quienes realizan en silencio los
cuidados y afectos de la sociedad.
En este precursor alegato desde la identidad andaluza, se plantea un feminismo
cercano, de nuestras realidades circundantes, que recuerda el carácter de la
interseccionalidad, que cruza a los feminismos. Mar Gallego nos invita a poner nuestra
mirada en lo cercano, desde la idiosincrasia andaluza campesina y obrera para empezar
a vislumbrar la realidad oculta y relegada, dignificando los saberes de nuestras
predecesoras para empezar a valorar identidades desvalorizadas por el patriarcado y el
centralismo. A lo largo de sus páginas, las diversas historias reales muestran la riqueza
de las grandes olvidadas, las mujeres obreras andaluzas, tanto de su gran labor y
aportaciones en el espacio privado como en el espacio público.
El libro se plantea como un texto referente en el feminismo andaluz, los
delantales, los patios de vecinos, las corralas… recobran el valor incalculable de su
legado cultural y de género, cuyo gran valor habíamos olvidado. En estos últimos años
como refleja el texto con sus múltiples alusiones, estamos observando el florecimiento
de un feminismo con impronta andaluza, con elementos y características propias.
Podemos descubrir entre sus líneas, el cuestionamiento que se plantea frente al
feminismo hegemónico, de tinte blanco, heteronormativo, de carácter occidental y que
legitima el relato de la historia de algunas mujeres, invisibilizando gran parte de las
mujeres andaluzas. Debatiendo al feminismo que no ha sabido responder ni darnos
todas las herramientas que necesitamos para analizar las realidades de las mujeres
andaluzas. En sus páginas podemos ver la necesaria reivindicación que la autora plantea
como lo personal se hace político, desde su propia experiencia cuando le ponemos
palabras de realidades ocultas por los discursos hegemónicos. La reflexión que plantea,