Agenda política de diseño?
DOI
https://doi.org/10.25267/P56-IDJ.2023.i3.03Información
Resumen
El diseño ha diversificado su significado y enfoque, pasando de ser marginal en las disciplinas académicas a abarcar una amplia gama de conceptos. Aunque esto muestra vitalidad, también plantea preocupaciones sobre la dilución de la identidad del diseño.
Las ciencias sociales y culturales han mostrado un interés particular en el diseño debido a las limitaciones y contradicciones en su práctica y enseñanza en el mercado global. El diseño busca crear sistemas viables desde perspectivas ecológicas y sociales, y se cree que puede ser socialmente relevante más allá de los discursos dominantes.
Se pueden distinguir dos tipos de diseño: el centrado en satisfacer necesidades y el orientado al mercado. La dimensión política de los proyectos surge de procesos político-sociales más amplios, y se plantea la pregunta sobre cómo el diseño puede cambiar la sociedad. Sin embargo, esto puede llevar a expectativas excesivas y limitarse a declaraciones verbales y manifiestos.
La inclusión del diseño en la agenda política puede generar malentendidos y el riesgo de convertirse en una doctrina hegemónica. En cambio, el diseño puede actuar como una fuerza mediadora entre intereses públicos y privados. Diseñadores como Jan van Toorn desafían las tendencias autoritarias y mantienen la esperanza en una práctica y tradición autodeterminada del diseño, a pesar de la influencia corporativa y comercial.
Descargas
Cómo citar
Licencia
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional