La actuación del Conde de Aranda en la construcción de la iglesia parroquial de Épila (Zaragoza)
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Resumen
La construcción de la iglesia parroquial de Épila (Zaragoza) llevó más de setenta años. Entre las causas de tal dilación, los problemas de financiación que llevaron a arbitrar diversas medidas para la recaudación de fondos. A partir de los años setenta, tras la concesión de la licencia para la continuación de las obras por parte del X conde de Aranda, el célebre Ministro de Carlos III, don Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, el templo experimentó uno de sus últimos impulsos gracias a la reformulación en los planes de intervención del arquitecto don Agustín Sanz, discípulo de don Ventura Rodríguez, que estaba trabajando paralelamente para el noble aragonés en otros templos del Bajo Aragón turolense, también bajo dominio condal.
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